Ejercicios fase 1
Lo que piensas frecuentemente y crees respecto a ti, la vida, la salud, las personas y tus finanzas, se convierte en tu realidad y si hoy no te favorece, no te preocupes, tus pensamientos y tus creencias se pueden cambiar y modificar tu realidad. Respecto a la salud, aquí ponemos a tu alcance algunos ejercicios que Louise Hay utilizó en los años 80's con personas contagiadas de VIH y te serán útiles para cambiar creencias y pensamientos recurrentes que ya no son funcionales para tu vida.
Ejercicio 1
Concéntrate en el amor
Con esta actividad date la oportunidad de perdonar, liberarte de vergüenza, sentir amor y conectar. Lo mágico en esto es que el amor cura, propicia la conexión y fomenta más amor.
Si padeces una condición crónica que afecta tu salud y bienestar como la obesidad, diabetes, hipertensión, artritis, o cualquier otra, o si acaso estás
en una situación
de estrés
y no sabes qué
más
hacer, tómate
un momento para concentrarte en el amor. Te dejamos un audio guía de meditación que sugerimos realices al despertar y antes de acostarte. También cada vez que algo te resulte difícil o te llene de ansiedad, para en ese momento, respira y concéntrate en el amor, seguro que si lo haces unos cuantos minutos, de
pronto aquello que parecía
difícil o llenaba de incertidumbre tu Ser, se presenta ante ti con alternativas sencillas de solución que te llenen de paz.
Ejercicio 2.
El trabajo del espejo y las afirmaciones:
Pensamientos bellos y agradables conducen a la sanación
Materiales:
- Espejo.
- Tarjeta de afirmaciones
Los espejos nos devuelven lo que sentimos respecto a nosotros mismos. Nos muestran claramente los aspectos a cambiar si queremos crear amor, bienestar y satisfacción en nuestra vida. La forma más poderosa de repetir las afirmaciones es hacerlo frente a un espejo y en voz alta, siendo amable y amoroso contigo mismo.
Hacer las afirmaciones delante de un espejo te permitirá mirarte a los ojos y observar si detectas alguna resistencia o si ves amor.
Empieza con una afirmación importante. Mírate en el espejo y di:
Quiero cambiar.
- Observa cómo te sientes.
- ¿Notas alguna resistencia al cambio?
- ¿Sientes que puedes cambiar?
- ¿Lo deseas realmente?
Es importante que observes cómo te sientes respecto al cambio, porque en lo que respecta al crecimiento personal, tu voluntad para cambiar puede hacer que fracases o triunfes. Por eso queremos que empieces evaluando tu disposición al cambio.
Si notas resistencia, recuerda no eres la única, ni la primera ni la última persona en albergar
este sentimiento. La resistencia al cambio es bastante común ya sea por miedo a lo
desconocido, la perdida de la identidad o el admitir y afrontar que existe algo
en nuestra vida que no está funcionando, que nuestra vida no es perfecta.
Si te dejas envolver por el miedo, te paralizas y eso te impide cambiar, perdiendo la oportunidad de descubrir tu poder interior y como el universo, la vida, te ama y está de tu parte!
Para reforzar tu disposición al cambio empieza a ahora mismo por:
- Decidir que eres bastante importante como para permitirte
cambiar, ser tu propio prioridad y dar un paso más a la vida de tus sueños, consciente de que tu salud y tu felicidad son importantes. Tú eres importante. Ahora haz ese pensamiento tuyo. «Yo soy importante».
- Ve paso a paso. Elige hacer algo pequeño, rápido y sencillo
según te plazca, pero elige algo y empieza. Por ejemplo, besa tu mano y di: «Mereces sentirte bien». Haz esto tantas veces como quieras y cuando te sientas preparada continúa con otra cosa. Recuerda sin prisa, pero sin pausas. La constancia es la clave del logro.
- Hazlo simple y cómodo. Cuanto más amable seas contigo mism@ mejor, olvidemos el «si no cuesta no vale». Amarte
consiste en facilitarte las cosas, ser amable contigo y disfrutar el proceso. Éste es un ejemplo de algo amable que puedes decirte: «Estás a salvo conmigo».
- Sé coherente. Recuerda que cuanto más practiques la técnica del espejo y tus afirmaciones, más fácil te resultará. Cuanto más constante seas, más y mejores resultados obtendrás. Piensa en lo que supone la práctica, es como aprender a caminar, nadie nace sabiendo. Se empieza apenas levántandose, dando un paso a la vez, con uno que otro sentón de por medio, pero te pusiste de nuevo en pie hasta lograrlo, hasta poder caminar, correr y llevarte a donde quieras. Cuanto más practiques, mejor lo harás.
- Consigue un socio o varios. Dentro de tu red de apoyo estamos contigo, y extenderla a tu gente cercana aumenta las probabilidades de éxito además de fomentar la conexión. Puedes apoyarte con un amigo, tu pareja, un familiar o cualquier otra persona con la que te sientas a gusto y puedas sentir la confianza de compartir tus dificultades y triunfos.
- ¡Diviértete! Haz que el proceso sea divertido, cada que pases frente a un espejo, sonríete, hazte un guiño y date palabras lindas sin importar quién pueda estar a tu lado.
- Celebra cada pequeño triunfo. A medida que empieces a notar los cambios, reconoce el triunfo de haber empezado y celebra. No requieres esperar a hacer grandes cambios, destaca tus pequeños logros y elige recompensas importantes para ti, desde darte besos y abrazos o lo que tu elijas que satisfaga tu Ser y te haga disfrutar las mieles del éxito.
- Piensa en positivo. El cambio es más fácil cuando se basa en el pensamiento positivo, en lugar de la culpa, la vergüenza o el miedo.
Si quieres hacer algo que te asusta, se amable contigo, ir poco a poco te ayuda a reunir el valor necesario para hacer algo
más grande y superar el miedo a dar los siguientes pasos.
El cambio es un gran maestro, asusta, pone a prueba el compromiso, hace ver que el fracaso y el éxito son dos caras de la misma moneda y lleva a zonas oscuras que requieren ser iluminadas con nuestra luz, enseñándonos cuan poderosos y fuertes somos.
El cambio no exige que vayamos ni más rápido ni más lejos de lo que estamos dispuestos a ir, por el contrario, nos enseña a escuchar a nuestra voz interior y tomar decisiones que nos liberan.
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