Reconocimiento emocional
Nuestro cuerpo además de ser una valiosa herramienta para cumplir nuestros objetivos, porque permite caminar, comer, ver, tocar y más, es nuestra principal herramienta de comunicación. A través del cuerpo nos relacionamos, conocemos el mundo y a nosotros mismos, siendo una maravillosa fuente de información y conocimientos con respecto a lo que pasa en nuestro interior, nuestras emociones que tienen la característica de manifestarse en él. Para detectar tus propias emociones, requieres prestar atención a tus sensaciones físicas.
El primer paso es, simplemente, poner atención a cada parte de tu cuerpo y ver qué está sucediendo. Un buen ejercicio para identificar tus emociones es explorar con música tus emociones y cuales son las reacciones que tiene tu cuerpo. La música tiene la capacidad de despertar nuestros sentidos y emocionarnos, cuando escuchamos una canción o melodía, nuestro instinto natural es el de reconocer emociones, para este ejercicio, a la hora de escuchar la música requerimos que estés en un lugar libre de distracciones y que la calidad de la reproducción y el volumen sean adecuados. Con esta actividad quiero mostrarte una vía para reconocer con más naturalidad tus emociones y verbalizarlas.
Prepárate con tu celular y una libreta cerca. Pon una de las melodías que te anexo en los links, cierra los ojos y recuéstate boca arriba para estar más atent@ a tus sensaciones corporales.
Siente la música habitando tu cuerpo, encuentra un equilibrio entre la escucha interna (hacia tu cuerpo) y externa (hacia la música).
Observa donde nace la sensación, por imperceptible que sea. No se trata de pensar, sino de sentir. ¡Investiga! Escucha a tu cuerpo, que continuamente te lanza información, escucha. ¿Cómo es esa sensación? ¿Qué color tiene? ¿Qué temperatura maneja (caliente o fría)? ¿qué trayectoria lleva (se minimiza o está creciendo y hasta qué zona se extiende)? ¿Qué emoción identificas (tristeza, alegría, enfado, miedo, etc)
Cuando finalice la música escribe en tu libreta:
1. Pon el nombre de la emoción: guíate con la rueda de las emociones que te anexamos.

2. Lugar donde nace la emoción
3. Color de la emoción
4. Trayectoria y si se expande, adonde se expande la emoción.
5. Escribe si pudiste observar en ti con cada pieza musical tus gestos, posturas y grados de tensión por ejemplo cerrrar los puños, apretar las mandíbulas, respirar profundo, agitarse, etc. Esto te dará más pistas de la emoción experimentada.
6. Es el momento de hacer memoria y buscar en tus recuerdos algunas experiencias en las que hayas sentido esa emoción. El objetivo es poner el máximo de situaciones posibles relacionadas con la emoción, ya que eso enriquecerá mucho tu entendimiento de esa emoción y como has accionado hasta ahora cada que la experimentaste.
Si te cuesta trabajo conectar con tus sensaciones físicas, no te desanimes solo requieres más tiempo. Persiste en el entrenamiento y experimenta con otras piezas musicales, además de las que te sugiero a continuación.
Las palabras tienen un componente mágico. Saber qué nos ocurre y verbalizarlo nos aleja de la incertidumbre, brinda paz y un punto de partida para emprender acciones positivas al respecto.
Otro ejercicio que puedes hacer es en una silueta humana cuando tengas una fuerte emoción para tomar conciencia de ella y de cómo tu organismo reacciona, dale nombre a esa emoción, revisa exactamente donde se siente y como se siente, dale un color e ilumina la imagen donde la sientas segú la intensidad y el territorio que ocupa. ¿Cual es su temperatura?